jueves, 9 de abril de 2020

Incompleto

La entrada anteriormente es de hace meses y está incompleta. Desde entonces ha habido tres ingresos mas, todos igual de esperpenticos, un diagnóstico firme de Alzheimer para mi madre y una cuarentena por coronavirus

A medias

Me gustan las pelis de terror. Me encantan. Por voluntad propia solo veo este tipo de películas (y en contra de mi voluntad, con afán de ser buena madre, de dibujos o superhéroes, o superhéroes dibujados). Siempre me ha parecido un recurso muy manido la típica peli que empieza con una chica que ha renunciado a todo para cuidar de su madre enferma terminal, la cual la trata fatal debido a la demencia... una vez fallecida la moribunda, su espíritu se queda por aquí para seguir torturando a su descendencia. Ahora que me toca cuidar de ella, veo que esos personajes maternales, que no tienen nada de maternales, no son una exageración. En ocasiones mi madre parece poseída por el mismísimo diablo, hasta el punto de haberle asignado el mote cariñoso de Lucifiera (Lucífera ya estaba cogido).
Pero no es de mi madre de quien quiere hablar, sino de mi padre, que lamentablemente lleva varios dias ingresado en el hospital. Y es que todo lo que gira en torno a este ingreso es un esperpento en sí mismo.
Mi padre llevaba bastante revuelto y mareado muchos días, con náuseas y dolores de cabeza. El primer día de un puente de cuatro, aprovechando que la interna libraba, mi madre se ofrece a preparar el desayuno para el enfermo, que debido a su enfermedad solo puede comer durante todo el día una especie de papilla caldosa con un alto contenido proteico y bajo en fibra. Le dan igual mis intentos de persuadirla, así como los de sus nietos y esposo; obteniendo como resultado una especie de cemento armado que serviría para alicatar el baño, en vez de la cremita aguada que debería ser. Como cabía esperar mi padre no quiere ni probarlo y su negativa despierta a Satanas
Vecino porno
Cambios de habitación
Noches de hospital
Arranca miento de gomas y vías
Visita al servicio
Sordera selectiva
Curso práctico de cómo se mea en cuña