jueves, 11 de noviembre de 2021

31 de octubre, 9 de noviembre, 11 de noviembre, 19 de noviembre

 Hace tiempo que no me pongo a escribir y eso que me prometí hacerlo con relativa asiduidad. No por falta de ideas ni de ganas, pero si de ánimos y de tiempo.

Ando otra vez más triste de lo habitual, probablemente en medio de un brote psicótico, aunque no hay ningún adulto responsable a quien le importe, como para poder ayudarme a encarrilarme o darme la mano mientras pasa.

Recupere una vieja amiga, que posiblemente no se haya ido nunca, simplemente dejamos que la vida se nos interpusiera en medio y priorizamos cosas que posiblemente no fueran tan importantes, pero que en su momento así lo fueron pero sirvieron para distanciarnos. Me sentí cómoda, me habría gustado abrirme, a mostrarme, pero no quise que saliera corriendo, demasiado de golpe posiblemente

Aunque no publique por aquí, no significa que no escriba. Voy tomando notas de ideas que me pasean por la cabeza que me parecen obras de arte, pero seguramente sean plagios baratos de algo que leí o vi en el pasado y que aunque lo he olvidado mi subconsciente lo ha hecho mío

También he retomado un proyecto maravilloso, llamado Vegas, inspirado en que todo la frase recurrente de tandas películas de "todo lo que pasa en las Vegas, se queda en las Vegas". Originalmente lo compartía con una persona igual de maravillosa que el proyecto, pero supongo que en algún momento yo lo pervertí (mi habilidad especial de cargarme todo lo que toco) y se desvinculo del proyecto. La idea era que fuera una especie de diario donde pudiésemos escribir todo los que se nos pasase por la cabeza, tanto bueno como malo, y que pasase lo que pasase la otra persona no podía juzgarte, al fin y al cabo, la otra persona era "tu persona". Daba igual que hablases de familia, trabajo, amor, desamor, expectativas, sueños, planes de homicidio; la finalidad era poder mostrarse, poder ser uno mismo sin meter tripa, sin prejuicios ni juicios.

Como decía, el proyecto de dos se convirtió posiblemente en un montón de reproches y flagelaciones, y el dos se volvió uno. Aun así he decidido seguir adelante, solo para mí, como una especie de diario intimo, donde la soledad se hace menos sola, porque me engaño a mí misma con la idea de que hay alguien al otro lado a quien si le interesa lo que sienta o lo que me duele.

Pero me estoy desviando, como siempre. 

Las fechas del titulo son días en los que debí escribir una entrada por aquí porque tenía muchas cosas que contar, que compartir. Algunas, ni siquiera han pasado aun, pero se merecerán una entrada. Hace un pequeño esbozo de lo que querría haber contado, que tal vez en otro momento me encuentre con fuerzas para poder desarrollar en profundidad.

El 31 de octubre, noche de difuntos, noche de brujas, noche mágica. Llevaba tiempo ideando una fiesta especial, cuya temática supongo que se puede adivinar sin dificultad. Debía ser en mi casa, o en una casa más grande que también fuera mía o la sintiera como si lo fuera. Todo decorado como si se tratase del mismísimo pasaje del terror del mejor de los parques de atracciones. En la medida de lo posible, los muebles se habrían reducido a la mínima expresión. En el comedor, mediante un proyector se podrían visionar películas de terror de todos los tiempos, una detrás de otra, desde la parada de los monstruos o el Dracula original, hasta la última novedad disponible, a ser posible de cine independiente. Alguien en la sala prepararía cocteles que presentaría en vasos tiki. En otra habitación alguien leería prelatos terroríficos tanto en prosa como en verso. Un busto tamaño natural de Skeletor presidiría la sala, observando lo que ocurre, acompañado con un busto mucho más pequeño con la cara de Lovecraft. Todo el mundo disfrazado, todo el mundo frikie.... No hubo fiesta, solo fue un día más

Nueve de noviembre, día de la Almudena. Durante muchos años mi abuela Florencia (estuve a punto de heredar su nombre) invitaba a todos los hijos, nueras, nietos y parejas a comer. Aquello era como una boda. Mi padre eran 7 hermanos, todos casados, todos con hijos. Primos éramos 18 y pronto empezaron a sumarse parejas... A muchos de estos familiares solo les veía este día. Pero era un momento fantástico, en el que el buen habiente estaba asegurado, así como el exceso de vino por parte de los adultos, y las travesuras por parte de los mas pequeños. La abuela murió y las comidas se acabaron, hubo un par de intentos, pero nadie parecía dispuesto a pagar ni su propio menú

Once de noviembre, el cumple de mi padre. Lo hecho de menos, lo estoy pasando mal. Tengo problemas personales y de salud. Siempre decía que era un desastre y que hacia las cosas muy mal, que un día me pasarían factura todas juntas. El jurado popular compuesto por la vida y las personas que he amado (y que pensé que al menos me querían) me han declarado culpable. Ahora he de pagar la pena, a mi gusto excesiva, pero debí elegir mejor mis decisiones, solo me queda aceptar.

El 19 llegará pronto, tal vez entonces este preparada para hablar de ello.

No quiero decir adiós sin recordar que mañana será otro día, mañana será mejor. Soñad bonito.


1 comentario:

  1. y bien... que pasó el 19 de noviembre?... por qué es una fecha señalada para tí?
    Sé que sigues encontrándote mal, pero ojalá escribas pronto.
    Te envío un abrazo, que sigo esperando a dártelo en persona. (Ana)

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