domingo, 6 de junio de 2021

Boca Chancla

 Creo que he comentado varias veces que no tengo filtro. Si sólo fuera eso no sería un problema, pero la cosa se complica, siempre tengo una respuesta para una pregunta que nadie me ha hecho y si se la ha hecho, desde luego no la ha pronunciado en voz alta; siempre tengo una replica para cada intervención de quien sea, lo conozca o no

Tengo que ser el punto y final de cada conversación. En realidad no puedo dialogar con nadie, sobre todo si es por washapp, porque no se acaba nunca a menos que corte la otra persona. Ejemplo: "Nos vemos a las Cinco". "Vale, allí estaré" (esta seria yo). "No llegues tarde". "Hace lo que pueda pero ya sabes que tengo mucho lio". "Nos vemos". "No, en serio, hace todo lo posible para llegar a las cinco, pero a lo mejor los chicos y mi madre me retrasan, a ella le gusta ir al baño justo a la hora de salir, así que es imposible calcular, porque normalmente entra y se olvida si ya se ha sentado o no y cuando se sube el pañal se lo vuelve a bajar porque no recuerda si entraba o salía, así que se puede tirar media hora subiendo y bajando el pañal, sin hacer absolutamente nada". "Tranquila, lo he pillado, nos vemos allí". "No, en serio, no quiero que pienses que no te valoro, yo hago lo humanamente posible para demostrarlo, pero las circunstancias no siempre acompañan". "Lo sé". "Precisamente porque lo sabes y eres capaz de ponerte en mi lugar es por lo que no quiero defraudarte"... Normalmente en este momento pasan a ignorarme porque así puedo seguir eternamente.

Vuelvo, que me estoy desviando, centrándome en mi necesidad de hablar, lo cual también es algo preocupante. Pero qué porras, vivo con una perra, una mujer con Alzheimer, dos niños y un adolescente, conversación lo que se dice conversación, no tengo mucha. Me limito a decir a los niños que no peleen y recojan, al adolescente que no conteste, a mi perra que no se coma todo lo que pilla y repetir a mi madre cien veces la misma cosa porque la olvida antes de que termine la frase, incluyendo quien es la persona que le habla.

Además, me encanta hablar, es uno de mis superpoderes mierder. Si no puedo hacerlo con la voz lo hago con las manos escribiendo. Pero necesito comunicar todo lo que se almacena en mi cabeza. Eso es lo que genera el problema que me ha llevado a generar esta entrada. Boca chancla

Pues eso, que para todos tengo un comentario, un apunte, como si mi opinión realmente importase a alguien que no sea a mí. En mi otra vida debí ser tertuliana en Telecinco (en la próxima me he pedido ser erizo, aunque hoy he descubierto la existencia del caracol volcánico y la imposibilidad de que nadie le haga daño porque tiene un armadura (apunte dentro del apunte y nota para mí: algún día hablar de mi experiencia con una armadura y una casa llena de fantasmas, seguramente yo uno de ellos))

Sabina dice en una canción "por decir lo que pienso, sin pensar lo que digo, más de un beso me dieron y más de un bofetón", pues yo solo me llevo tortazos, tal vez porque en el momento en el que digo las cosas realmente pienso que es una gran idea. 

Mis hijos juegan al floorball, hockey en pista (sin patines y sin hielo), los tres. Bueno Chulopiscinas viven para ello, pero no es él quien nos ocupa. Aunque los tres compiten en contra diferentes equipos en ligas locales y comunitarias. En la liga local no hay más equipos de la categoría de mi hijo pequeño, Benjamines, pero el profe, que es un enrollado les deja competir contra los de la categoría inmediatamente superior; si además le añadimos que en este grupo tienen cabida también los prebenjamines y chupetines, nos encontramos a niños que están en primero compitiendo con niños de sexto, siendo mi hijo uno de los mayores del grupo, estando en tercero. 

Ayer tuvieron un partido, media de edad de nuestro grupo siete años, media de edad del equipo contrario once. Os podéis imaginar cómo era eso, una masacre esperada. Nuestro equipo lo sabia y el contrincante también, demasiado bien; hasta el punto que su portero se tumbo a tomar el sol (aunque juegan en pista cubierta), se recoloco para tomar la siesta y durante todo el partido dio muestras de aburrimiento y hastío. Solo en un par de ocasiones lograron acercarse nuestros chicos a su portería, consiguiendo meter un gol la primera de ellas ya que no se esperaba que llegasen tan lejos. La segunda vez estaba sentado y logro pararla. 

A nosotros nos metieron como doce, pero eso es lo de menos. Eran mayores y probablemente fueran mejores. Pero nuestros peques lucharon como campeones y no se merecían la forma en que les hizo de menos el portero

Ya llegamos. A la salida del evento, los padres del otro equipo bromeaban con el niño portero sobre lo poco que había sudado. Así que yo me acerque como si alguien me hubiera invitado a participar, empujada por una fuerza irresistible que me obliga a abrir la boca como la abre un buceador después de una inmersión. De modo que me acerco al grupo y me dirijo al chaval "Felicidades por la victoria, perdona que me meta. Sé que erais mucho mejores que los nuestros y os merecíais ganar, pero es importante mostrar respeto por el contrario aunque no esté a vuestra altura. Son mucho más pequeños y se merecen ser tratados como rivales. No te estoy sugiriendo que te dejes marcar para subir su autoestima, pero que al menos demuestres interés por el partido para no hacerles daño"

¿Qué paso? Pues lo que tenia que pasar, que se armo. La madre me llamo maleducada, sinvergüenzada, que quién era yo para dar lecciones de moralidad, que estaba demostrando una falta total de valores al atreverme a hablar a un niño de esa forma... Y otras lindezas por el estilo. Todo esto rodeada de mi madre y mis tres hijos, el mayor de los cuales afirmaba con la cabeza a cada envestida de la señora porque compartía su opinión de que estoy más guapa callada. 

Y me marche a mi casa, no sin antes decirle a la entrenadora que por favor hablara con sus chicos sobre mostrar respeto hacia el contrincante, escuchando la charla de mi hijo por avergonzarle siempre y dejando en la acera al grupo de padres del otro equipo debatiendo sobre la poca educación de algunas personas, en vez de plantearse si deberían dotar a sus hijos de más habilidades sociales, concretamente de empatía, como había sido mi idea original. Porque yo lo único que buscaba es que el portero entendiese que por muy poco puedes hacer del mundo un lugar mejor. 

Y a mi malestar general, le añadí en sentir que había avergonzado a mis hijos. Mi pequeño Comaldreja no se sintió mejor, al contrario, mucho peor, el portero le había hecho de menos y su madre le había puesto en evidencia. 

Me dan mucha rabia los adultos sin hijos que dan lecciones a como educar a los hijos ajenos y yo hago lo mismo. Me enfado con el mundo por no ser capaz de empatizar con los demás, pero no me pongo en el lugar de los otros al criticar e intentar imponer mi criterio como si yo tuviera la verdad absoluta. 

Muchas de las personas a las que he echado de mi vida no se habrían largado si yo hubiera mantenido la boca cerrada, si no hubiera opinado sin que me preguntaran. Lo siento, se que es tarde, pero de verdad lo siento. 

Lo peor de todo, si mañana me veo en las mismas circunstancias estoy segura que actuaría igual, no con las personas a las que quiero, que un día me quisieron, pero si con el resto del mundo .

Buenas noches, mañana será otro día, mañana será mejor. Soñad bonito.  


1 comentario:

  1. La moralidad es como los cristales de las gafas con las que miramos a los demás,de muchas formas y colores,todos sabemos que son gafas,pero cada uno mira por un cristal de forma,color, dioptrías diferentes,volviendo a la moralidad,la prostituta que todos utilizamos cuando nos conviene pero que nadie vive con ella ( es incómodo vivir con ella.)
    De hay los corrillos y justificaciones que hacemos en público,pero no en privado

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